Cuando no se olvida.

Hola!!

¿Qué tal? Os traigo la segunda parte de Las Reglas del Juego de Anna Casanovas, Cuando no se olvida, que nos cuenta la historia de Tim y Amanda, personajes que ya conocimos en Las Reglas del Juego.

Descubrir el amor y la pasión te cambia la vida; perderlos puede arrebatártela. Tim y Amanda no tendrían que haberse conocido, sus vidas no deberían haber coincidido esa noche en una lujosa fiesta de Boston, pero coincidieron. Y les bastó con verse en los ojos del otro para saber que, cuando dos personas se pertenecen tan profundamente, quizá el tiempo y los errores no importen tanto. 

Quizá lo único que importa de verdad es el amor. Fue demasiado pronto y demasiado intenso. Se enamoraron, se casaron y se perdieron... Pero años más tarde, con nuevas vidas y con algunos sueños cumplidos, un truco del destino consigue que se reencuentren en París. 

Y esta vez, a pesar del dolor y de los remordimientos, los dos están dispuestos a luchar por lo que sienten, porque cuando no se olvida, no se puede dejar de amar

Algo de su historia ya conocemos, pero aquí sabremos cómo llegaron a conocerse, qué vidas tenían y cómo hacen frente a esa nueva oportunidad que se les presenta.

He de decir que se me hacía raro leer sobre Tim, porque seguía pensando en Kev, pero fue bonito descubrir su historia y poco a poco se fue ganando un hueco en mi corazoncito, porque en el fondo es un cachito de pan.

El caso es que Tim abandona todo y se va a París para recuperar a Amanda, quien tiene una ‘sorpresa’ para él, así que tendrán que hacer frente a la nueva vida que piensan crear juntos, intentando olvidar todos esos años de separación, que no es fácil. Como aliciente, tenemos a la ‘genial’ familia de Tim, que juega un papel importante e incluso desagradable, desde cierto punto de vista.

Como siempre, la narración es sencilla pero perfecta, demostrando que menos es más y que no por liar la historia será mejor, cosa que yo personalmente siempre agradezco, sencillez y belleza, no exceso innecesario. Los personajes mantienen su carácter, que algo conocíamos ya, pero evolucionan lógicamente y hacia ese final feliz que siempre nos proporciona la autora; los secundarios cumplen su papel de buenos y de malos y alguno nos deja momentos para el recuerdo.

En definitiva, una novela que se lee de maravilla, que no cansa y que satisface al lector… Y vosotras, ¿qué opináis de la historia de Tim y Amanda?

Hasta la próxima entrada   ;)