Mi alma gemela.

Hola!!

¿Qué tal todo? Espero que bien! Os traigo hoy una de mis últimas lecturas, que me dejó con una resaca literaria de esas que hacen historia: Mi alma gemela de Caroline March.

¿Será capaz Alicia de enfrentarse a todo por conservar al hombre al que ama de forma tan desesperada? 
Alicia tiene una vida cómoda. Demasiado cómoda, pero tampoco tiene tiempo de pensar en ello... hasta que un día aciago, en un repentino e inesperado accidente fallece su mejor amiga, dejándole como recuerdo un misterioso regalo: una promesa que debió cumplir cuando ambas tenían dieciocho años. Deberá partir rumbo a Irlanda para encontrar lo que había perdido. Pero ¿realmente había perdido algo Alicia? 

Por los avatares del destino, acaba en un pequeño pueblo de las Highlands escocesas, junto al lago Ness, donde descubrirá que su vida, tal y como existía, ya apenas tiene sentido. 

Y por fin encuentra lo que había perdido… A ella misma y su capacidad de amar más allá de los convencionalismos establecidos por la sociedad.

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Personalmente, el principio me parece demoledor; nunca leyera nada que empezase así y eso me sorprendió, porque quizás haya gente a la que eche para atrás, pero de verdad que merece la pena leerlo, es, en una palabra, precioso.

Las Highlands escocesas, paraje sin igual, es el marco en el que nos movemos, durante los tres meses de verano que Alicia va a trabajar allí, después de perder su viaje a Irlanda; y allí es donde conocemos a la pandilla: Deb, Rosamund, los caseros de Alicia, Ewan (¡¡merece un libro!!) y Alasdair, entre algunos otros… Son como una pequeña gran familia, se cuidan las espaldas y se apoyan en todo de forma incondicional, acogiendo a Alicia casi desde el primer momento, que no es fácil porque ella tiene un carácter de esos que a veces hacen temblar al más pintado.

El caso es que, poco a poco, a la pobre Aileas (así es en gaélico su nombre) le pasa de todo y va entrando en la vida de los lugareños y, sobre todo, en la de Alasdair, el demonio pelirrojo que dará mucho de qué hablar… Vamos conociendo cómo se desenvuelve nuestra española allí, cómo se va descubriendo y cómo al final decide luchar por lo que verdaderamente quiere.

No voy a entrar en los detalles de la trama, esos os los dejo a vosotras, pero sí quiero recalcar las sensaciones: me sigue pareciendo increíble todo lo que un buen libro, bien planteado y con una evolución lógica te puede hacer sentir; es una magia que nunca llegaré a entender, pero que siempre agradeceré.

Tú misma estás en las Highlands, tú lloras con Aileas, ríes con ella, sufres con ella, te enfadas por ella… Y luego, cuando consigue encontrar esos momentos de verdadera paz y libertad que tanto ansía, respiras aliviada empapándote de los paisajes que la autora nos describe. Es magia poder sentir lo que ella vive, es… fantástico.

¿El problema? Volver a nuestra realidad, o por lo menos a algunas, claro. Quiero ese aire puro escocés (y un Ewan, por supuesto). Lo único ‘malo’ que comento de este libro es que, ¿de verdad a alguien le pueden pasar tantas cosas como a Aileas en sólo dos meses? Aún así, tampoco penséis que son descabelladas, pero sí que pobre, todo lo pasa a ella.

Y por último, me pareció interesantísimo el tema del gaélico (soy una fan incondicional de las lenguas), las palabras que vamos a conocer y la historia de Escocia que nos cuenta Alasdair. ¡Geniales!

Y como siempre, si no conocéis estos parajes, os animo a hacerlo, porque no os vais a arrepentir, de verdad… Siempre lo digo, pero en esta ocasión mucho más.

Hasta la próxima entrada   ;)