¡Hola!
¿Qué
tal todo? Espero que bien…últimamente estoy ‘viendo’ bastantes series porque
mientras trabajo divido la pantalla en dos y voy poniendo capítulo tras
capítulo, pero con la serie que os presento hoy no pude hacer eso, porque me
enganchó tanto que le presté toda mi atención. Se trata de Las Chicas del Cable, emitida por Netflix en
este mismo año, cuya segunda temporada se estrenará a finales de año y su
tercera llegará en 2018 (confirmada hace unas semanas, si no estoy confundida).
Ambientada en los años
20 en la ciudad de Madrid, cuenta la historia de cuatro mujeres que proceden de
distintos lugares del país. Estas mujeres llegan a la capital tras ser
contratadas como operadoras de la centralita de la única compañía de telefonía
que existe. En esta ciudad, rodeadas por un ambiente de progreso y modernidad,
las mujeres se ven envueltas en celos, envidia y traición, así como también por
el éxito, la amistad y el amor en el camino que las llevará a cumplir sus
sueños.
Soy
fan de las series de época, mi serie favorita de todos los tiempos es Downton Abbey y desde el principio, esta
producción de Netflix me tuvo muy buena pinta, así que no dudé en verla y, como
esperaba, me gustó mucho. Al final, sus 8 capítulos me supieron a muy poco.
Pese
a no gustarme especialmente el trío protagonista (Blanca Suárez, Martiño Rivas
y Yon González), la verdad es que fue llevadero conocer sus aventuras. El resto
del reparto es genial; me llamó la atención conocer a tantos de ellos de otros
papeles, por lo general para mí, marcados, pero en esta serie verlos totalmente
nuevos, en ningún momento me recordaban a otros personajes de otras series, lo
cual es perfecto y dice mucho de ellos, de su capacidad de interpretación.
Cada
chica protagonista tiene sus propios problemas, su evolución como personaje, pero
siempre compartiendo momentos grupales y decisiones grupales; realmente te
crees esa amistad que nace entre ellas.
La
gran pena, para mí, es su corta duración; como os decía, son 8 capítulos que se
pasan en un suspiro y, lo peor, es que el final de la temporada parece más un
final de capítulo que de temporada, es abierto y te deja con unas ganas locas
de saber más. Si en las próximas entregas mantienen el listón, será una muy
buena serie.
¿Os
sumasteis a la fiebre del cable? ¿Qué opinión os merece?
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