lunes, 26 de junio de 2017

Las Chicas del Cable

¡Hola!
¿Qué tal todo? Espero que bien…últimamente estoy ‘viendo’ bastantes series porque mientras trabajo divido la pantalla en dos y voy poniendo capítulo tras capítulo, pero con la serie que os presento hoy no pude hacer eso, porque me enganchó tanto que le presté toda mi atención. Se trata de Las Chicas del Cable, emitida por Netflix en este mismo año, cuya segunda temporada se estrenará a finales de año y su tercera llegará en 2018 (confirmada hace unas semanas, si no estoy confundida).



Ambientada en los años 20 en la ciudad de Madrid, cuenta la historia de cuatro mujeres que proceden de distintos lugares del país. Estas mujeres llegan a la capital tras ser contratadas como operadoras de la centralita de la única compañía de telefonía que existe. En esta ciudad, rodeadas por un ambiente de progreso y modernidad, las mujeres se ven envueltas en celos, envidia y traición, así como también por el éxito, la amistad y el amor en el camino que las llevará a cumplir sus sueños.



Soy fan de las series de época, mi serie favorita de todos los tiempos es Downton Abbey y desde el principio, esta producción de Netflix me tuvo muy buena pinta, así que no dudé en verla y, como esperaba, me gustó mucho. Al final, sus 8 capítulos me supieron a muy poco.

Pese a no gustarme especialmente el trío protagonista (Blanca Suárez, Martiño Rivas y Yon González), la verdad es que fue llevadero conocer sus aventuras. El resto del reparto es genial; me llamó la atención conocer a tantos de ellos de otros papeles, por lo general para mí, marcados, pero en esta serie verlos totalmente nuevos, en ningún momento me recordaban a otros personajes de otras series, lo cual es perfecto y dice mucho de ellos, de su capacidad de interpretación.

Cada chica protagonista tiene sus propios problemas, su evolución como personaje, pero siempre compartiendo momentos grupales y decisiones grupales; realmente te crees esa amistad que nace entre ellas.

La gran pena, para mí, es su corta duración; como os decía, son 8 capítulos que se pasan en un suspiro y, lo peor, es que el final de la temporada parece más un final de capítulo que de temporada, es abierto y te deja con unas ganas locas de saber más. Si en las próximas entregas mantienen el listón, será una muy buena serie.

¿Os sumasteis a la fiebre del cable? ¿Qué opinión os merece?


Hasta la próxima entrada   J

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