martes, 24 de febrero de 2015

Encuéntrame en el Cupcake Café.

Hola!!

¿Qué tal? Hace un tiempecito que no vengo por aquí, pero hoy os traigo la reseña de un libro que, la verdad, al final me costó leer más de lo que pensaba. Se trata de una de las novedades que os anuncié el año pasado y llegó a mí a través del Círculo de Lectores; os hablo de Encuéntrame en el Cupcake Café, de Jenny Colgan.


Issy Randall tiene un novio guapo pero poco cariñoso; un cuerpo con más curvas de lo que manda la moda; un empleo bien pagado pero aburrido; una pasión desenfrenada  por la repostería, y una notable habilidad para preparar las recetas de su querido abuelo Joe. Cuando de repente se queda sin novio, sin empleo, con todos sus kilos y sus treinta y un años bien cumplidos, Issy decide que ha llegado la hora de hacer realidad su sueño: montar un café especializado en cupcakes, deliciosos pasteles en miniatura que saben de maravilla…
Pero las cosas no serán sencillas. 
Si te encantan los pasteles y no usas la talla cuarenta desde hace tiempo, disfrutarás de esta historia, que demuestra que si eres valiente puedes conseguir lo que te propongas.




Pues bien, lo que viene siendo la trama no es complicada, no tiene giros inesperados, pero tampoco quiero decir que sea simple, está correcta; el problema es que a veces la autora escribe páginas, no de relleno, pero sí que ralentizan la historia y otras, en un abrir y cerrar de ojos pasó todo. Aún así, la novela te asegura una ración de risas.

De lo que más me gustó, en general, es que al empezar cada capítulo, el abuelo Joe nos deleita con una receta de sus riquísimos cupcakes, aderezados con una nota de humor, la mayor parte de las veces (por cierto, el abuelo Joe, personaje entrañable).

Los personajes están bien, cumplen su función, están correctos, no hay ninguno que sobresalga, para bien o para mal, especialmente, lo que muchas veces es de agradecer, ya que para histrionismos tenemos la vida misma en ocasiones. La protagonista, Issy es una mujer de verdad, con sus 31 años que tiene que salir adelante después de ciertas decisiones, es una mujer de carne y hueso, no una súper modelo cuyo problema sea romperse una uña, no, para nada y eso siempre está bien... Aunque, como dije, mención especial para el abuelo Joe, el más entrañable de todos, pero como debe ser un abuelo, ¿no?

Aún así, es cierto que hubo partes más lentas que a veces me aburrían y por ello me llevó más tiempo del pensado leerlo, pero pocos libros hay que deje a medias y tarde o temprano siempre acabo volviendo a ellos, así que aquí estamos.

Y vosotras, ¿caísteis en la trampa de los cupcakes?



Hasta la próxima entrada ;)

jueves, 5 de febrero de 2015

Un beso al alba.

Hola!!

¿Qué tal? Hoy os traigo la reseña de un libro de mi autora favorita, Un beso al alba, de Anna Casanovas que fue un regalo de cumpleaños.



Una preciosa historia de amor entre Nueva York e Irlanda a principios del siglo XX.
En la dura y febril Nueva York de principios del siglo XX, Bradshaw Verlen ha logrado convertirse en un importante ingeniero e inversor. Los que le han visto crecer en el barrio pobre del que proviene, lo temen y envidian, y la clase social en la que ha irrumpido reniega de él. Pero a Bradshaw todo eso lo tiene sin cuidado, porque sus inventos para mejorar la productividad y seguridad de las fábricas lo están haciendo rico. Le basta con eso… hasta que un día tropieza con una joven irlandesa por la calle y empieza a desear algo más.
Sin embargo, la vida de Kate, al igual que los planos de Bradshaw, tiene líneas y trazos enrevesados, y ella sencillamente no puede enamorarse de un desconocido.




Qué puedo decir... Encantada quedé con la historia de Bradshaw Verlen y Katherine Ashe. Como siempre, las historias de Anna Casanovas no son complicadas, no tienen grandes misterios, pero la magia reside en cómo las cuenta, en el sentimiento que desprende cada palabra.

Los personajes son geniales, aunque esta vez no me decanto por él, por Verlen, sino que lo hago por ella, Kate, que dentro de su carácter dulce sabe sacar su amor propio, aunque yo, personalmente, lo hubiese sacado antes, pero para gustos colores, ¿no? Los personajes secundarios me gustaron mucho, la madre de ella consiguió repugnarme, así como Lionel... Menudo par.

Los paisajes de Irlanda... ¡Quién pudiera estar allí! Aunque fuese sin criar los caballos, no pasa nada. La delicadeza con que Casanovas trata el ambiente es fabulosa, consigue crear esos lugares mágicos, como el cementerio, que son perfectos para arropar a sus personajes, esos personajes tan humanos, sencillos y encantadores. Como siempre, menos es más. Que aprendan otras...

No voy a contaros mucho más, sólo que esta fue la primera novela de época que leo de Anna Casanovas y que, como esperaba, no quedé nada decepcionada, así que por supuesto os la recomiendo.



Hasta la próxima entrada ;)