lunes, 1 de abril de 2019

El Café de los Corazones Solitarios -- Milly Johnson

¡Hola!
¿Qué tal todo? Espero que bien; hoy me paso por aquí para contaros mi humilde opinión sobre una de las últimas lecturas por placer que tuve la oportunidad de acabar; se trata de un libro que me regalaron en Navidad, por el día de Reyes: El café de los corazones solitarios, de Milly Johnson.


Carla Pride acaba de quedarse viuda, pero lo peor de todo ha sido descubrir que su marido, Martin, no era el hombre que ella creía. Tras enterarse de su engaño, tendrá que enfrentarse a las consecuencias y continuar su vida lo mejor que pueda. Molly Jones bastante tiene con su hijo y con su nuera… Hasta que aparece su marido, tras años de abandono, dispuesto a corregir los errores del pasado. Will Linton está arruinado. El banco no quiere renovarle el préstamo que mantiene su empresa a flote… Y cuando creía que ya nada podía irle peor, su mujer lo abandona… El café de la esquina, regentado por la encantadora Leni Merryman, se convierte en un lugar de peregrinaje para sus protagonistas, donde comparten confidencias, decepciones e ilusiones… ¿Pero podrán encontrar la seguridad que necesitan? Y mientras Leni les ayuda a reparar sus corazones solitarios, ¿podrán devolverle el favor cuando ella más lo necesite?



Lo primero que me llamó la atención de este libro fue, como os podéis imaginar, su portada y después el título; estoy en una época en la que todo libro que lleve por título algo relacionado con un café o con una librería, cae en mis manos (o eso pretendo, que no siempre se consigue).

Tengo que reconocer que, a pesar del amor a primera vista que tuve, al ir avanzando la lectura me iba desenamorando; esto no quiere decir que me disgustase la historia contada, para nada, pero creo que esperaba otra cosa y realmente cuando más más me enganchó fue hacia el final. La novela te cuenta la historia de varias personas que se acaban encontrando en el Café de la Esquina; pues a mí me ‘atrapó’ cuando empezaban los desenlaces de esas historias y, lo que me gustó de esta parte final es que aún se guardaba alguna sorpresa, lo cual se agradece.

Los personajes no me parecieron grandes personajes que vaya a recordar ahí con especial cariño, pero tampoco me parecieron los más planos del mundo, ni mucho menos; no hay ninguno que odies, pero tampoco ninguno que te enamore y te deje pensando en él días después de acabar la novela. La historia avanza a buen ritmo, aunque a veces tenía la sensación de estar ‘perdida’ temporalmente (pero esto no es ninguna novedad tampoco, no hace falta mucho para que yo me pierda), pero tampoco es esto ningún drama porque esta es una novela en la que priman los sentimientos y las situaciones frente al tiempo en el que tienen lugar.

Creo que no hubo nada que, para mí, merezca la pena recalcar especialmente, ni positivo ni negativo; la verdad es que esta vez me dejó así como más indiferente esta lectura, una pena, aunque tampoco me arrepiento.


Y de momento esto es todo, así que nos leemos en la próxima entrada :)