Insurgente.

Hola!!

¿Qué tal? Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de la trilogía de Veronica Roth, Divergente, y se trata de Insurgente.

Una decisión puede transformarte, o puede destruirte. Pero toda decisión tiene consecuencias y, mientras la sublevación se asienta en las facciones a su alrededor, Tris Pior debe seguir intentando salvar a aquellos a los que aprecia —y a sí misma— mientras lidia con demoledoras preguntas de desdicha y benevolencia, identidad y lealtad, política y amor. 

El día de la iniciación de Tris debió estar lleno de celebración y victoria con la facción de su elección; en cambio, el día terminó con horrores espantosos. Ahora, la guerra está en ciernes, mientras el conflicto entre las facciones y sus ideologías crece. Y en tiempos de guerra, bandos deben ser escogidos, secretos saldrán a flote, y las decisiones se volverán más irrevocables e, incluso, más poderosas. Transformada por sus propias disposiciones pero también por la desdicha y la culpa que le agobian, descubrimientos radicales y relaciones en proceso de cambio, Tris debe abrazar por completo su Divergencia, incluso si desconoce lo que podría perder al hacerlo.

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Igual que su primera parte, esta también la leí en menos de tres días, aunque tengo que decir que hubo por medio alguna parte más lenta…

Continuamos la historia justo donde acaba el primer libro, tenemos a algunos personajes huyendo de su ciudad y van a caer en Cordialidad en donde se van enterando de cosas relacionadas con Chicago y con sus facciones… Erudición sigue haciendo de las suyas y la única solución para pararlos es unirse a los sin facción. Además, asistimos a cómo Tris es ‘torturada’ con los sueros de los eruditos y cómo resulta que Caleb, su hermano, fue siempre fiel a Jeanine, la líder de Erudición. Al final, una grabación de una mujer que entrará a la ciudad con el nombre de Edith Prior pone todo patas arriba.

A grandes rasgos, lo que tenemos en esta nueva entrega es bastante politiqueo, vemos cómo todo el mundo va tras el secreto que guardaba Abnegación y que tan celosamente cuida después Jeanine Mathews, cómo los sin facción, los abandonados, bajo el mando de Evelyn se levantan contra el sistema impuesto, cómo la relación entre Tris y Cuatro tiene sus más y sus menos, etc.

En general no estuvo mal el libro, tenemos la intriga final de esa grabación, el secreto que guardaba Abnegación y que afecta a toda la ciudad… Pero hay algo que me chirriaba casi desde el principio (y que se acrecentó en el tercer libro), y es que poco a poco fui perdiendo la conexión del primer libro con este. Poco a poco fui descubriendo a una nueva Tris, a un nuevo Cuatro que nada tenían que ver con los anteriores… Una evolución muy rara.

No fue un libro que me disgustase, sólo que a ratos no veía la relación con el primero y eso hizo que no disfrutase quizás, todo lo que podría haber disfrutado, pero no me arrepiento de haberlo leído. Tiene sus puntos, como ir descubriendo algún que otro secreto que surge o ir conociendo mejor a los personajes secundarios.

Y vosotras, ¿leísteis ya esta parte?

Hasta la próxima entrada   ;)