miércoles, 18 de junio de 2014

Pídeme lo que quieras II

Hola!!

Qué tal? Os traigo la segunda novela de la trilogía erótica de Megan Maxwell, Pídeme lo que quieras ahora y siempre.

Después de provocar su despido de la empresa Müller, Judith está dispuesta a alejarse para siempre de Eric Zimmerman. Para ello y para reconducir su vida decide refugiarse en casa de su padre, en Jerez. Atormentado por su marcha, Eric le sigue el rastro. El deseo continúa latente entre ellos y las fantasías sexuales están más vivas que nunca, pero esta vez será Judith quien le imponga sus condiciones, que él acepta por el amor que le profesa. Todo parece volver a la normalidad, hasta que una llamada inesperada los obliga a interrumpir su reconciliación y desplazarse hasta Munich. Lejos de su entorno, en una ciudad que le resulta hostil y con la aparición del sobrino de Eric, un contratiempo con el que no contaba, la joven deberá decidir si tiene que darle una nueva oportunidad o, por el contrario, comenzar un nuevo futuro sin él.
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Si recordáis, acabamos el primer libro muy muy enfadadas con Eric, básicamente, por la falta de confianza debido a una mala intención de una ‘amiga’. Partimos desde la distancia que separa a nuestros tortolitos y prepararos porque me voy a despachar a gusto (lo hice en su momento, cuando lo leí).

Con un enfado monumental, Judith se vuelve a España, a Jerez, y poco después Eric la sigue para pedirle perdón; después de numerosas negativas, lo consigue y se van a Alemania. Allí asistimos a conocer más en profundidad la relación entre ambos y la relación entre nuestra tocaya y Flyn, lo que me pareció lo más interesante del libro, y cómo estos dos se van haciendo amigos hasta el punto de acordar ocultarle cosas a Zimmerman, algo que saca de quicio al alemán y que nos dijo por activa y por pasiva.

¿El problema de este libro? Sin ninguna duda, ella; su pico de oro que tanto me gustó en el primer libro me sacó de quicio en este, hasta tal punto de llegar, no a odiarla, pero sí a desear que le diese una afonía de caballo… Si en el primer libro discutían por detalles, aquí ya ni detalles hacen falta; es que no pasa ni una, no se calla ni debajo del agua, no deja que los demás se expliquen, es especial y concreto Eric. Si haces algo mal tiendes a explicarte a justificar o argumentar por qué lo hiciste, pero es que si la otra persona no te deja ni abrir la boca optas por callar y aguantar; eso es lo que pasa en este libro: ella se pone el mundo por montera, se come a todos y a él no le queda más remedio que callar y ser calzonazos-man… Llega un momento que sientes pena por Eric… Iba leyendo la historia y me preguntaba dónde quedó el Zimmerman frío y controlador con carácter del primer libro, porque este es el primo tonto… es una caricatura de lo que fue. Que las españolas no somos ogros!! Tenemos carácter, pero a ver… que esto fue pasarse!

Y claro, como no puede ser de otra forma, acabamos la historia con otro enfado monumental; ¿quién la lía parda? Ella por supuesto. Y ¿por qué? Por una parvada que no deja que le expliquen… Así que después de montar el pollo del siglo nos volvemos a España, no sin antes dejar a la altura del betún al pobre Eric, quien va tras ella, pero con una estrategia infalible: moviliza a todo el mundo (el padre de ella, la familia de él, amigos…) para conseguir que ella le perdone, que lo consigue y acabamos el libro felices, pensando qué nos puede deparar el futuro (que para mí, no era necesario, pero bueno, esto da dinero).

En cuanto al sexo, seguimos igual, solo que como yo estaba tan harta de ella quizás no le presté tanta atención, pero es como en el primero: el vocabulario vulgar y soez sigue sonando y encontramos la palabra clave: morbo; creo que sale tanto que llega a perder su significado…

¿Algo bueno? Por supuesto: el personaje de Björn, el amigo abogado de Eric, que ya salía en el primer libro y saldrá en el tercero. Así como la evolución de los protagonistas no me gusta nada, la odio, la de este germano es asombrosa: demuestra con creces que es algo más que un tercero en las relaciones y más que una cara bonita… Buena lección le dará a su amigo en el último libro de la trilogía.

¿Qué os pareció esta segunda entrega?


Hasta la próxima entrada   ;)

2 comentarios:

  1. A mí la verdad es que me encantó esta trilogía, es de las mejores que he leído del género. Un besote :)

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    1. A mí este segundo me costó... Me quedo sin lugar a dudas con el primero
      Un beso! ;)

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