¡Hola!
¿Qué
tal todo? Espero que bien, con ganas; hoy me paso por aquí para contaros mi
humilde opinión sobre una de las últimas lecturas que acabé, se trata de la
nueva novela de Carla Crespo, autora de la que leí ya todo lo que tiene
publicado y así espero seguir haciendo: Antes beso a un Hobbit.
Elisa ansía dejar de viajar a través de los libros y hacer realidad el
sueño de su vida: visitar Nueva Zelanda. Sin embargo, lo que prometían ser
veinte días de ensueño se convertirán en toda una road movie cuando su madre le anule las tarjetas de crédito y su
amiga sea repatriada a España. Sin dinero y con tan solo su anillo de pedida
como medio de pago, recorrerá el país de la nube blanca a bordo de la caravana
de Roberto, un ingeniero aeronáutico con espíritu trotamundos que le hará
replantearse no solo su boda, sino toda su existencia.
En esta búsqueda por recuperar su verdadera esencia, deberá elegir entre
vivir según las convenciones sociales o ser fiel a sí misma.
En
cuanto supe de la fecha de publicación de esta novela me lancé a reservarla y a
contar los días que quedaban hasta poder tenerla en mis manos y, aunque tardé
algo más de lo previsto en ponerme con ella (la vida…), la disfruté como
esperaba. Tengo que decir ya, que sitúo esta novela muy arriba en el top de
novelas de esta autora.
También
confieso que caí rendida a los pies de Roberto y su filosofía de vida, aunque
no comparto toda ella; dicho esto, como podéis imaginar, me encantó la novela,
la historia de la protagonista y sus aventuras por el país de la nube blanca
(ahora tendré que convencer a mi Roberto personal de ir allí). Hacía tiempo que
una historia no conseguí hacerme un nudo en el estómago, que no me enganchaba
tanto como para darme panchadas a leer y es algo que agradezco enormemente a la
autora, Carla Crespo.
Me
gustó cómo trata la evolución del personaje principal, Elisa, quien durante
este viaje se autodescubre; además viene muy bien acompañada de las pinceladas
que aporta Roberto, todo esto tejido por su amiga Piluca (menuda elementa!). El
toque dramático-tenso lo ponen la madre y prometido de Eli, a quienes en más de
una ocasión les hubiese dado yo con la mano abierta ¬¬
No
podemos olvidarnos al hablar de esta historia de uno de los personajes más
importantes, el país de la nube blanca, Nueva Zelanda, que abriga las aventuras
de los protagonistas poniéndonos a las lectoras los dientes largos al querer
recorrer sus tierras y descubrir en persona sus maravillosos paisajes. Gracias
por dejarnos viajar desde casa.
Como
veis, una novela que me gustó mucho y de la que sé ahora mismo que me va a
costar recuperarme, la echaré de menos y eso lo consiguen las buenas historias
bien escritas.
¿Os
animáis a darle una oportunidad? Seguro que no os
decepciona. Aprovecho para dejaros los enlaces de las reseñas
de otras novelas de Carla Crespo, pues cada una de ellas tiene un algo que las
hace especiales
(Os confieso que mi más favorita es En un solo instante, Irlanda y la literatura me pueden)
Hasta
la próxima entrada J
¡Hola! Qué maravilla cuando una novela te marca, me alegra que lo hayas disfrutado. Un besote :)
ResponderEliminarSí, da gusto cuando tiempo después aún te sacan una sonrisa esas historias :)
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