¡Hola!
¿Qué tal todo? Espero
que bien, hora que sí parece ya que llega el buen tiempo; hoy me paso por aquí
brevemente para contaros mi humilde opinión sobre una de las últimas películas
que pude ver y que, rompiendo la tónica en mí, vi ‘poco’ después de su estreno;
me refiero a La forma del agua,
de Guillermo del Toro.
En
un inquietante laboratorio de alta seguridad, durante la Guerra Fría, se
produce una conexión insólita entre dos mundos aparentemente alejados. La vida
de la solitaria Elisa, que trabaja como limpiadora en el laboratorio, cambia
por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre
anfibio que se encuentra ahí recluido.
Desde que supe de la
existencia de esta historia sabía que la iba a querer ver, así que en cuanto
tuve oportunidad para ello, allá que me la puse. Al contrario de lo que sucede
últimamente, a esta película empecé haciéndole todo el caso del mundo, es
decir, no trabajaba mientras la veía; ¿cuál fue el problema? Que poco después
de empezarla me puse ya a hacer cosas, porque me aburría.
La película dura 2
horas y pico y hasta pasada la mitad no consiguió captar mi atención lo más
mínimo; de hecho la fui parando y fui haciendo otras cosas mientras, porque
hasta me daba modorra. Creo que esperaba otra cosa, aunque no tenía expectativas
de ningún tipo, ya que ni el tráiler quise ver. El caso es que sólo me
enganchó, por así decirlo, el tramo final de la película, los últimos 40
minutos, aproximadamente y cuando me quise dar cuenta estábamos más que en el
final, final que sucede en dos escenas cortas.
Obviamente es el
final esperado; solo había dos opciones, que acabase mal o bien, pero vivimos
en una época en la que este tipo de historias acaban siempre bien, no sé si por
comodidad o por querer caer bien al público. Pero una cosa está clara, señores
cineastas, los finales malos también existen.
Los personajes son
normalillos, no hay ninguno con el que te encariñes, al que le cojas aprecio o
al que eches de menos; para nada. La protagonista no me convenció nada y me
parecía que podía tener taaaanto que dar de sí… Una pena; el protagonista, el
anfibio, ya lo tenemos visto en otras películas de del Toro (El laberinto del Fauno o Hellboy), además de que el actor que le
da vida es el actor fetiche del director para estas ocasiones. Los demás
personajes cumplen su papel de secundarios, pero nada más, ni siquiera te
aprendes sus nombres, no merece la pena.
Dicho esto, en líneas
generales la película merece la pena para ver una tarde de domingo en casa,
pero no para tener el Oscar a mejor película, en mi opinión, aunque es cierto
que no vi las otras que pujaban en esta categoría. Aun así, Guillermo del Toro
no nos trae nada nuevo.
¿Qué opinión os
merece esta película? ¿Consideráis que está sobrevalorada o es para tanto como
dicen?
Hasta la próxima
entrada J
¡Hola! Pues no sé si la veré porque si no es para tanto, ya no es que me llamara en exceso y la vería más que nada por las buenas críticas. Un besote :)
ResponderEliminarHemos cisto películas diferentes. Me parece una obra maestra y la que más merecía el oscar (yo sí vi el resto de candidatas) ;-) Un abrazo!
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