¡¡Hola!!
¿Qué tal os va? Espero que
bien!!
Pues ahora os traigo ya la
última opinión sobre el último libro de la trilogía de la que todo el mundo
habla: Cincuenta sombras liberadas. Aviso
ya, que no voy a destripar demasiado, pero que sí hay detalles que son
importantes, por si alguien no quiere enterarse antes de leer.
Por fin sabremos cómo fue la
boda de los protagonistas y qué les depara el futuro.
Así que, ¡¡vamos a ello!! Este
libro está escrito distinto: la narración no es lineal en el tiempo, aunque
seguimos conociendo la historia desde el punto de vista de ella (eso sí, con
sorpresón final). Bueno, el caso es que nos casamos y entonces nos vamos de
luna de miel, una luna de miel que hasta yo me casaría. Impresionante, vamos.
Pero es desde la mitad del libro en adelante cuando la cosa empieza a ponerse
interesante (sí, más), porque claro, toca volver a la realidad y en esa vuelta
alguien intenta hacer daño a nuestros tortolitos… El caso es que a ella le toca
confesar que está embarazada y se monta el lío, claro: él, después de enfadarse
como nunca, se marcha y pasa la noche fuera, en un bar emborrachándose con la
señora Robinson; al volver, es Ana quien le quita la ropa y lo mete en cama
(recordemos que esto ya pasó, más o menos, en el primero, aunque al revés y por
motivos distintos), con tan mala suerte que le un mensaje que le dejó la otra
en el móvil. En medio de todo este lío a Anastasia la llama su ex jefe para
decirle que tiene secuestrada a la hermana de Christian y pide un millonario
rescate por ella, así que nuestra protagonista se lanza a salvarla, teniendo
que burlar a Sawyer. Bueno, al final es llevada al hospital donde recobra la
consciencia después de recibir una paliza y de disparar al susodicho secuestrador.
Pero como estas historias tienen final feliz, después de recuperarse y hablar
las cosas con Christian están más contentos que un cuco en el 2014, con un
retoño y otro en camino.
Puede que el final sea el
típico, con la pareja feliz y procreando cual conejos, pero pienso que después
de todo lo que pasaron y lucharon por esa relación, pues bien se lo merecían,
¿no? Así que, después de todo esto y del epílogo, tenemos algo más sobre la
infancia de Christian y, como colofón final, volvemos a leer la entrevista del
principio, pero desde el punto de vista de él. La de sonrisitas tontas que me
salieron mientras la leía J
Y como veis, poco más… A mí
personalmente me quedaron ganas de más, me iba acercando al final y me sentía
algo triste porque con esta trilogía pasé unas semanas (sí, en unas dos semanas
ya leí los tres y eso que tenía exámenes) muy entretenida, leyendo algo que te
absorbe totalmente.
Y ahora, sin más dilaciones, os
dejo.
Un bico!!
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